Fragmentación de la realidad compartida
En una democracia, es fundamental tener una realidad compartida, es decir, un conjunto de hechos objetivos que son ampliamente aceptados por la sociedad y que sirven como base para la toma de decisiones informadas y el diálogo público. Una realidad compartida permite que los ciudadanos se comuniquen y colaboren entre sí de manera efectiva, que los líderes tomen decisiones informadas y que los medios de comunicación sean capaces de cumplir su función de informar a la ciudadanía. En una sociedad abierta, donde la transparencia y la participación ciudadana son fundamentales, tener una realidad compartida es aún más importante. Sin embargo, en la era digital actual, la realidad compartida se ha visto amenazada por la fragmentación y la polarización de la información en línea, lo que ha dado lugar a la creación de burbujas de información y ha generado una creciente desconfianza en las instituciones públicas y los medios de comunicación tradicionales.
El impacto de las redes sociales en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de 2016 fue sin duda uno de los temas más controversiales en la política y en la sociedad en general. En gran medida, esto se debió a la manera en que estas plataformas y los algoritmos que utilizan ayudaron a fragmentar la realidad compartida y a crear una "burbuja" que favoreció la difusión de noticias falsas y puntos de vista extremos.
Las redes sociales han sido, desde hace tiempo, una poderosa herramienta para la difusión de información y la formación de opiniones políticas. Sin embargo, en las elecciones de 2016, estas plataformas tuvieron un impacto sin precedentes, en gran parte debido a la naturaleza polarizada y divisiva de la campaña.
En particular, la creciente fragmentación de la realidad compartida fue un factor clave en el resultado de las elecciones. En lugar de una fuente común de información y discusión, las redes sociales permitieron a los usuarios elegir sus propias fuentes de noticias, lo que llevó a una amplia variedad de perspectivas y enfoques, algunos de los cuales eran falsos o engañosos.
La "burbuja de Google" es un ejemplo concreto de este problema. Los algoritmos de búsqueda de Google tienen en cuenta los datos del historial de búsqueda del usuario, lo que significa que los resultados de búsqueda están cada vez más personalizados. Si un usuario muestra una tendencia a buscar noticias o información de un solo lado político, los resultados de búsqueda se ajustan en consecuencia, llevando al usuario a una visión cada vez más estrecha del mundo. Esto compartamentaliza la realidad de la persona y hace que cada vez mas sus visiones sean miopicas y sea dificil tener dialogos publicos.
El problema con los algoritmos de las redes sociales es que, aunque están diseñados para mostrar a los usuarios contenido relevante y atractivo, a menudo retroalimentan lo que el usuario ya cree o desea ver. En lugar de exponer a los usuarios a una amplia variedad de perspectivas, los algoritmos tienden a dirigirlos hacia posiciones más extremas y polarizadas. Los algoritmos solo son ecuaciones matematicas y no tienen esta intencion sin embargo son las premisas de base que hacen que generen esta polarizacion. Es decir se podrian construir de otra manera que en vez de llevarnos a posiciones extremas nos lleven a consensos y posiciones moderadas y sensatas.
Este fenómeno se vio acentuado por la difusión de noticias falsas, en gran parte a través de redes sociales como Facebook y Twitter. Algunos argumentan que estas noticias falsas fueron responsables de influir en la opinión de los votantes y, en última instancia, de afectar el resultado de las elecciones. Ahora existen multiples razones por las cuales las elecciones del 2016 ocurrieron como ocurrieron mas alla que la tecnologia, incluyendo la desindustralizacion, la desconfianza en los candidatos tradicionales etc. Sin embargo este fenomeno comienza a tener un impacto cada vez mas fuerte sobre nuestra vida publica
En resumen, el impacto de las redes sociales en las elecciones de 2016 fue significativo, en gran medida debido a la fragmentación de la realidad compartida, la "burbuja de Google" y la difusión de noticias falsas. Mientras que las redes sociales siguen siendo una herramienta importante para la difusión de información y la formación de opiniones políticas, es importante reconocer los problemas inherentes a estas plataformas y trabajar para abordarlos.
